Llíria Íbera – Edeta

Poblado ibero de EDETA. Siglos VI a. C. al II a. C. Declarado Bien Interés Cultural

En lo alto del Cerro, bajo el conocido Monasterio de Sant Miquel de Llíria se encuentra la antigua ciudad íbera de Edeta, un yacimiento arqueológico de mucho interés ya que pudo tratarse de una de las ciudades más importantes de la zona, y que data de hace más de 2.500 años.

Bajo el reinado de Edecón, la ciudad pudo alcanzar tuvo una gran influencia política y económica en la península ibérica y desempeñó un relevante papel durante la 2ª Guerra Púnica entre romanos y cartagineses, en el siglo III a.C.

Se encuentra en las faldas del eremitorio medieval de San Miguel, a unos 400 metros del núcleo urbano de Llíria y se extiende por las laderas del cerro, conservándose restos de la vía de acceso excavada en la roca en la vertiente norte. Las viviendas están construidas con paredes de adobe sobre zócalos de piedra. Las estancias tenían varias alturas, comunicándose los diferentes espacios entre sí mediante escaleras.

Llíria tiene sus orígenes como ciudad en la edad de bronce, precisamente en el Tossal de Sant Miquel, lugar que acogió el asentamiento del importante poblado ibérico de Edeta, que se extendía por las laderas del cerro hasta llegar al pie del monasterio de San Miguel, donde posiblemente hubo un santurario íbero en la época.

La importancia de este yacimiento ha venido confirmándose a lo largo de los años por la aparición de vasos y objetos cerámicos decorados con pinturas que recrean escenas típicas de la vida cotidiana del momento, como escenas de caza y guerra, danzas de bailes, etc., objetos de incalculable valor de los que hay buena muestra en los museos de Prehistoria de Valencia y en el Arqueológico de Llíria.

Otros restos importantes de la cultura íbera son el Poblado del Castellet de Bernabé, en la carretera dirección Alcublas, la Monravana y la Cova Forada.

En la cercana población de Olocau encontramos otro poblado conocido como El Puntal dels Llops.